LA MEMORIA DEL SOÑADOR
Escrito por Félix Manuel Olivera González Librilla 28/08/2.014
""Señor, preserva mi memoria.""
CHARLES DICKENS
En lo alto de una Torre arcana e inmemorial vivía un hombre que durante la vigilia lo había soñado casi todo, y su poder residía en la estructuración de las palabras. Este hombre era un estudioso del mundo antiguo y trataba de explicar el presente desgranando los acontecimientos pasados.
El libro que llevaba escribiendo desde que conoció el sol que guía el destino de los mortales pretendía abarcar todos los caminos.
Su meta consistía en agotar todas las posibilidades que cabía realizar por la acción humana, aunque él sentía en su corazón que era complicado conocer todas las cosas que un hombre debe saber.
Así que un buen día en que el hombre estaba apoyado en la repisa de su Atalaya indestructible divisó a un jinete que cabalgaba a lomos de un caballo percherón negro, seguido de un niño y de una muchacha que avanzaban con paso firme hacia el Castillo Infinito.
Y fue entonces, cuando comprendió que la misión más importante de su vida era impedir que aquel Caballero Errante llegase a alcanzar el Castillo Infinito.
De modo que soñó al Rey Cuervo y lo envió al Castillo, pero Dafne, Sombra de Oro, Marcos y el Rey Encontrado frenaron sus planes y aquel hombre que albergaba toda la furia contenida de su alma decidió que iba a convertirse en su enemigo.
Las graves palabras del hombre volaron con presteza desde la Torre y convocaron ejércitos de bestias que se arrastraban por fangos y que una vez congregadas decidieron que iban a ver destruida a toda la creación. Pero la esperanza por la salvación del mundo no se había desvanecido aunque estos también escucharon el clamor del horror que se avecinaba y el miedo escudriñara sus carnes.
Los hombres libres del mundo no querían Guerra aunque todo se encaminaba hacia la destrucción de sus vidas y las de sus hijos. Descubrieron la conciencia de que este mundo debe ser enriquecido y no arrasado, de que debe madurar y no tanto ser mejorado.
Cuando Marcos por fin regresó a su mundo no acababa de comprender el alcance de todo lo que había visto, y pronto se puso manos a la obra ya que el verano tocaba a su fin.
En seguida, Marcos regresó a la biblioteca y se dirigió a los anaqueles de literatura y buscó durante horas el libro del Castillo Infinito; sin embargo no lo encontró por ningún lado y en su lugar descubrió otro libro titulado ""El Soñador"".
En seguida, Marcos regresó a la biblioteca y se dirigió a los anaqueles de literatura y buscó durante horas el libro del Castillo Infinito; sin embargo no lo encontró por ningún lado y en su lugar descubrió otro libro titulado ""El Soñador"".
Al leer el título Marcos sintió un escalofrío y se quedó aterido y perplejo. Aquel hombre tenía un poder maléfico y escudriñó su mente. Él era el hombre de la Torre, "El Soñador", y en ese lugar al contrario que en el otro mundo si que lo había soñado todo.
Marcos tendría que usar todo su saber y lo que había aprendido en su corta vida para derrotarlo.
De otro modo, el Mal reinaría en esas tierras y el caos y la confusión ocultarían la Luz de los astros de esa edad de los hombres, pues tampoco eran tiempos para que uno tuviese miedo de usar sus ideas.
El joven Marcos lucharía por salvar sus sueños y también los de la humanidad aunque eso significase perder algunas cosas que podrían considerarse importantes. Si esa resultaba ser la mejor de las opciones.
El joven Marcos lucharía por salvar sus sueños y también los de la humanidad aunque eso significase perder algunas cosas que podrían considerarse importantes. Si esa resultaba ser la mejor de las opciones.
Lo más justo es que un Rey Encontrado reine en su Castillo sea o no sea un Castillo Infinito.
Con tal de que El Soñador no sospechara nada, Marcos escogió un libro y se lo llevó oculto consigo en su bolsa de aventuras.
El libro trataba sobre las andanzas de un sabio caballero versado en el arte de las armas. Luego, El Soñador lo miró con ojos eléctricos a la salida de la biblioteca y al final lo dejó partir con el libro.
Después, El Soñador lo siguió hasta la puerta con una mirada profunda y malvada.
Y cuando Marcos abandonó aquel lugar pensó que si tenía que morir por salvar al Rey Encontrado que debía de ser con mucho ruido y poca queja por su parte. Que iba a notarse que había vivido con intensidad aquellos meses durante su estancia en el otro mundo y que debía compartir su viaje con los que después leyesen su humilde palabrería escrita con el corazón en un puño.
Al terminar de pensar estas cosas Marcos aprendió a borrar todas las huellas que le empujaron a llegar a aquel sitio y que el Mal hubiese usado en su conveniencia contra él.
Marcos había logrado cumplir su sueño a través del sufrimiento y había logrado sobrevivir para contar la partida y el regreso de sus viajes.
Marcos había vivido como real una auténtica fantasía de justas, torneos, princesas y batallas a corcel y espada.
Pero ahora tendría que ayudar al Rey Encontrado desde su mundo sin que éste y Era lo pudiesen adivinar. Y de ese modo alcanzar la paz del Reino Olvidado y de Ciudad Fronteriza.
Pero al poco tiempo Marcos cerró los ojos, realizó una inspiración profunda y contempló impasible a la vez que expectante a la Luz más hermosa que puede nacer de una estrella: blanca, serena y pura derrotando a la Oscuridad de los últimos años. Luego, todo ello vino acompañado de una gran explosión de fuego y piedra que fue seguida tan solo por el silencio de los pesares, las aflicciones y la esperada vuelta a la normalidad de la vida.
El fin de la locura por la codicia del mundo material.
-Oh..., madre, creo haberme convertido en el que nunca muere y que por ello vivo compartiendo el sueño de mis horas lúcidas y noches con los demás seres. Ya hace algunos meses que cesó el llanto. Al fin me abandonó la desdicha y pude librarme de los infiernos que no me hacían feliz. Trataré de no traicionar esos principios, ni necesitar de grandeza, poder y cosas que en definitiva no sirvan para nada. Ya no penderán esos grilletes de mi cuello y mis muñecas. Jamás veré su tortura controladora donde no hay lugar para la libertad y la elección que te arrastra a un destino de falsía. Que el mundo siga imaginando quimeras que ni yo mismo en mis horas lúcidas lograría descifrar las palabras que hay escritas aquí. No vendrá el imaginario minotauro desde Minos a rebatirlas si no existe.
Su verdadera significación y el tiempo empleado en ellas es ya de por sí un problema irresoluble que se pierde en la noche de los tiempos y en los albores del eterno amanecer.
Imagino que algo perdurará y espero que sea lo bueno aunque sé que con el tiempo puede que eso mismo ya no importe, ya nadie es dueño y poseedor de los caminos que se bifurcan en la vida. Para bien o para mal todos tenemos una tarea que cumplir en este mundo a veces injusto.
Y ya es hora de dar paso al olvido y a la senda pues no he sabido hacerlo mejor y si es así no creo que pedir perdón por no haber hecho ningún mal a nadie sea la mejor de las opciones.
Entonces y en ese mismo instante una Sombra Alada y negra como la amargura de una Crisis del mundo surcó los cielos del país del Rey Encontrado, y a lomos de la Sombra Alada iba "El Soñador" cruzándolos. Y es verdad que por donde pasaba la sombra sembraba la desesperación en los corazones.
Tras ver aquello y después de tantas reflexiones Marcos se encaminó al cementerio de su ciudad para recordar y honrar a sus antepasados como había leído en el libro que se titulaba "El Soñador" y una vez que llegó allí Marcos vio una tumba antigua y leyó la desgastada esquela de un caballero errante del siglo diecisiete.
La espada permanecía dormida en un yunque de piedra acerada frente al lago de Carucedo y estaba recubierta de diamantes, zafiros, rubíes, topacios y coloridas gemas. Aunque dormida en apariencia la espada estaba viva y un corazón enérgico palpitaba en su interior.
Entonces, Marcos se acercó a ella y tiró con fuerza del mango enjoyado hacia si mismo.
Después, una luz cegadora lanzó varios destellos e iluminó su pálido rostro de modo que la espada se deslizó del yunque con suavidad y cayó a los pies de Marcos, su actual dueño y Señor.
La espada se llamaba Durendal, y se trataba de un arma muy poderosa que había sido colocada allí por los antiguos Reyes Olvidados que habitaban el Castillo Infinito para derrotar al Soñador y a los Hechiceros Oscuros de forma definitiva.
La espada de acero diamantino pulido, con rubíes y gemas de muchos colores había sido creada en la forja de los cielos y fraguada por el noble corazón de los antiguos reyes como en las gestas del Rey Arturo.
La espada de acero diamantino pulido, con rubíes y gemas de muchos colores había sido creada en la forja de los cielos y fraguada por el noble corazón de los antiguos reyes como en las gestas del Rey Arturo.
Soñada en la fragua de Nabu el Sabio y en tal irrealidad donde ningún soñador puede desvanecerla. Allí donde gobierna el Rey de todos los Reyes. El Rey del Conocimiento.
Tras las andanzas del Rey Encontrado y Marcos con Dafne y Matacuervo en el Castillo Infinito éstos siguieron con su camino. Sin duda presenciaron una bonita historia que ya pertenecía al pasado.
En el otro mundo Marcos y el Rey Encontrado avanzaron unos metros y se acercaron a una lápida de las afueras de Ciudad Fronteriza que narraba lo siguiente:
""Oro y sol. Agua y vida. Esta es la espada que fue forjada en los Altos Hornos del Tiempo donde moran los inmortales pensamientos del hombre que soñó un dios que pertenece al sueño de una literatura ajena y misteriosa que llegó al mundo a través de un espacio indescifrable donde la muerte es sólo una quimera más.
Sabemos que moriremos pero qué más da. Otros hombres vendrán luego que quizás encuentren la Fuente Perdida. Diosa eterna y poseedora de las llamas de la vida infinita.""
Cuando Marcos terminó de leer el escrito de la lápida que había junto al yunque de Durendal se dispuso a arrancar la espada a la orden del Rey Encontrado, que estaba al otro lado del reflejo y que ni siquiera sabia lo que hacía, y alzándola a los cielos desafió con un gesto de caballero remoto a la Sombra Alada. Al Soñador. Al hombre de mirada perversa.
A la oscuridad sólo se le hace frente con la luz que a su vez es llama del amor y máxima claridad, y Sombra de Oro brillaba como nunca ante el Cataclismo que se avecinaba.
Esperanza, confianza y aguante eran las palabras que había que pronunciar ahora.
Cuando Marcos terminó de leer el escrito de la lápida que había junto al yunque de Durendal se dispuso a arrancar la espada a la orden del Rey Encontrado, que estaba al otro lado del reflejo y que ni siquiera sabia lo que hacía, y alzándola a los cielos desafió con un gesto de caballero remoto a la Sombra Alada. Al Soñador. Al hombre de mirada perversa.
A la oscuridad sólo se le hace frente con la luz que a su vez es llama del amor y máxima claridad, y Sombra de Oro brillaba como nunca ante el Cataclismo que se avecinaba.
Esperanza, confianza y aguante eran las palabras que había que pronunciar ahora.
""Gram, Durendal, Joyeuse, Excalibur
Sus viejas guerras andan por el verso, que es la única memoria.""
J.L.BORGES